Más sobre el camino Sinodal de la Iglesia - 27/03/2022 -

Más sobre el camino Sinodal de la Iglesia (27/03/22)

 

Como ya sabéis, la Iglesia de Dios ha sido convocada a un Sínodo. En este sentido se ha abierto un camino, un camino con un lema: «Por una Iglesia sinodal: Comunión, participación y misión». Este camino se abrió solemnemente los días 9 y 10 de octubre de 2021 en Roma, y ​​el 17 de octubre siguiente en cada Iglesia particular.

 

De las tres fases de este Sínodo nos encontramos todavía en la primera, es decir, la fase diocesana. Posteriormente le seguirán las fases continental y universal que culminará con el encuentro presencial con los obispos convocado en Roma en octubre de 2023.

 

La Iglesia ha convocado y celebrado sínodos desde muy antiguo. En esta ocasión el Papa ha querido involucrar en este proceso sinodal a todo el pueblo de Dios, y con estas tres dimensiones fundamentales: participación, escucha y discernimiento. A su vez nos ha recordado que «Ahora empezamos este camino: obispos y pueblo. Este camino de la Iglesia de Roma, que es la que preside en la caridad todas las Iglesias. Un camino de fraternidad, amor, confianza entre nosotros».

 

Es significativo que el Papa utiliza muchas veces la palabra «camino». Como recuerda la Comisión Teológica Internacional, «camino» forma parte de la raíz de la palabra griega “synodos” (σύνoδoς), que, compuesta por la preposición “syn” y el sustantivo “odos”, indica el camino que recorren juntos los miembros del Pueblo de Dios. Así, de esta doble consideración resulta que «camino sinodal» no sólo significa andar juntos sino en búsqueda de discernimiento de la voluntad de Dios. Y tampoco no sólo a título personal sino como comunidad cristiana, de acuerdo con la expresión  de San Juan Crisóstomo: «la Iglesia tiene nombre de sínodo».

 

Quiero recordaros a todos la importancia de este momento que vivimos, a nivel eclesial pero también del mundo en el que vivimos y al que la Iglesia ha sido enviada. Y la importancia de plantearnos qué quiere Dios de nosotros en ese momento. Ese es el objetivo del Sínodo.

 

Sólo la luz de Jesucristo puede desvanecer las oscuridades de un mundo que no encuentra su orientación ni su sentido más allá de los intereses egoístas y materialistas de algunos.

 

El Sínodo no es para entretenernos con discusiones vanas, ni para hacer debates sobre aspectos relativos y discutibles, su objetivo es una emergencia evangelizadora, la situación de un mundo que vive a oscuras, que no conoce la luz de Cristo.

 

Os invito pues a todos a hacer este camino sinodal, todos juntos, como Iglesia diocesana de Terrassa.

 

+ Salvador Cristau i Coll

Obispo de Terrassa