Día del Seminario: Levántate y ponte en camino (19/03/23)

 

Día del Seminario: Levántate y ponte en camino (19/03/23)

 

Hoy celebramos el Día del Seminario, y lo hacemos con el lema de este año: “Levántate y ponte en camino” y bajo el patrocinio y el amparo de San José. Porque, él, que hizo de padre de Jesús aquí en la tierra, que fue su educador y protector, lo siga haciendo desde el cielo con todos los sacerdotes del Único y Eterno Sacerdote, especialmente con todos aquellos que se están preparando para serlo, para ser otro Cristo, y también para todos aquellos que son llamados por el Señor a seguirle en este camino y que quizá no han dado todavía su respuesta a la llamada.

 

Porque vocación significa precisamente eso, llamada, y ​​es por eso que en el Día del Seminario pedimos por los seminaristas pero también decimos que “oramos por las vocaciones”, o sea por todos aquellos que reciben la llamada a seguirlo, para que tengan la luz y la fuerza necesarias para dar el paso de dejarlo todo y seguir a Jesús; para que como María se levanten y se pongan en camino.

 

Cada uno de nosotros hemos recibido una llamada, una vocación. La primera es la de la vida misma, después la del bautismo que nos ha configurado como hijos de Dios en Jesucristo, el Hijo de Dios. Y, además, recibimos también la llamada a un camino concreto para vivir nuestra condición de cristianos bautizados. Dios, en el Antiguo Testamento, había llamado a algunos a una misión especial dentro de su pueblo: los patriarcas y los profetas. Dios llamó también después a María a una misión única, la de ser Madre del Hijo de Dios, Madre de Dios. Y Jesús llamó también a sus apóstoles a seguirle, a estar con Él, y a enviarlos a predicar. Porque toda llamada, toda vocación conlleva también una misión, nuestra misión en esta vida.

 

Gracias a Dios, en nuestra diócesis de Terrassa, tenemos el Seminario que fue creado por el Obispo Mons. Josep Àngel Saiz Meneses el 29 de junio de 2006. Han pasado años, y son ya cuarenta y seis los que han sido ordenados de presbíteros en estos años; y actualmente son dieciocho los que se preparan en el Seminario para serlo también.

 

No deja de ser un milagro que, en el contexto del mundo actual, en el ambiente que nos rodea a todos, con la secularización y el materialismo que nos invade, haya jóvenes que hayan sido capaces de dar este paso. El mismo milagro que hizo que aquellos doce primeros apóstoles lo dejaran todo también para ir con Jesús a una aventura que ellos no sabían adónde les llevaría.

 

Por eso debemos rezar, y no sólo hoy sino todos los días del año, para que sean muchos los que el Señor llame y muchos también los que se levanten y se pongan en camino; en el camino de seguir a Jesús y llevarlo a sus hermanos, y den una respuesta valiente y sobre todo confiada a la llamada recibida. Una respuesta confiada en el amor que Dios les tiene, a ellos y también a todos aquellos a los que un día serán enviados.

 

Por ahora tenemos todavía sacerdotes, y también diáconos, cerca de nosotros, tenemos parroquias más o menos cerca de casa, tenemos misas a muchas horas y podemos escoger, tenemos sacerdotes que nos perdonan los pecados en nombre de Dios y nos administran los sacramentos.

 

Pero no olvidemos que esto es un don, una gracia, y todos somos responsables de pedirla esta gracia, y de colaborar y contribuir a que se siga haciendo presente en nuestros pueblos y ciudades. Oremos pues por las vocaciones al sacerdocio hoy, y ayudemos también con la colecta por todo lo que ya podéis imaginar que esto supone de gastos y de esfuerzo económico. Debemos ser conscientes y responsables, y dar muchas gracias a Dios por lo que nos da.

  

+ Salvador Cristau i Coll

Obispo de Terrassa