Comunicado de Mons. Saiz Meneses con motivo de la renuncia del Santo Padre

Queridos diocesanos,

 

Hoy lunes día 11 de febrero se ha hecho pública la comunicación que el Santo Padre ha hecho en el Consistorio Ordinario Público, en el que ha anunciado que "después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino "y que consecuentemente, continúa el Santo Padre," siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de modo que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice. "

 

Con motivo de su elección el día 19 de abril de 2005, yo me dirigía a los diocesanos de Terrassa afirmando sobre el nuevo Papa que "es conocida ampliamente su experiencia como profesor de teología, como teólogo experto en el Concilio Vaticano II, como cardenal arzobispo de Münich, como prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe. Es proverbial su capacidad de análisis, su profundidad de pensamiento y su formación filosófica y teológica. Al mismo tiempo, llama mucho la atención la humildad y la sencillez de su figura y de su trato, así como también, la sensación de profundidad y espiritualidad que da. "

 

A lo largo de su pontificado Benedicto XVI, que ha ejercicio con  un verdadero liderazgo, ha asumido los retos del mundo actual y de la Iglesia y les ha dado respuesta desde la profunda fe, la sólida formación teológica y la experiencia pastoral. Sin duda, sus tres encíclicas marcan un hito importante en el magisterio petrino: "Deus caritas est" trató sobre el Amor de Dios, "Spe salvi" versó sobre la Esperanza y "Caritas in veritate" abordó la situación actual de la economía y la sociedad a nivel mundial. Ha sabido mantener el contacto y la cercanía con los jóvenes a través de las Jornadas Mundiales de la Juventud, ha afrontado los problemas internos de la Iglesia dando una respuesta valiente y decidida, en temas que le han producido gran dolor y aflicción, ha convocado el clero a la renovación con motivo del Año Sacerdotal y últimamente a toda la Iglesia en el Año de la Fe para intensificar la vivencia del seguimiento del Señor y el testimonio de la caridad. Su palabra precisa y profunda ha resonado en los foros internacionales como una voz profética que invita a la reconciliación, a la defensa de la persona y la vida, a la promoción de la caridad y el amor entre los seres humanos, poniendo en último término Dios como centro de todo. Su pontificado se ha caracterizado especialmente por la centralidad de Jesucristo, la verdad como referencia, el diálogo ecuménico e interreligioso y la renovación interna de la Iglesia.

 

Su último acto, su renuncia, es fruto de todo lo que le ha caracterizado a lo largo de su vida y que se ha acentuado en el ejercicio del ministerio de Sucesor de Pedro, una profunda vivencia espiritual, una lúcida percepción de la realidad y un gran amor a la Iglesia.

 

Damos gracias a Dios porque nos ha concedido el papa que los tiempos actuales requerían, acogemos con respeto y obediencia filial la decisión del Santo Padre y encomendamos a Benedicto XVI en su nueva singladura, pidiendo al Espíritu Santo que continúe guiando la su Iglesia.

 

 

+ Josep Àngel Saiz Meneses

Obispo de Terrassa