El sábado día 23 de febrero tuvo lugar una jornada diocesana sobre la nueva evangelización, dirigida a sacerdotes, religiosos y laicos. Tuvo lugar en el Casal Borja de Sant Cugat del Vallès.
Mons. Carlos Escribano, obispo de Teruel y Albarracín, y miembro de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar de la Conferencia Episcopal Española y Consiliario Nacional de la Acción Católica, pronunció dos conferencias sobre las actitudes de los evangelizadores.
En su primera conferencia analizó el momento presente de la sociedad, marcado por secularismo, el individualismo y el relativismo y los peligros de las comunidades cristianas de caer en el pesimismo y el cansancio. A partir de aquí invitó a la conversión personal y la conversión pastoral. Respecto a la conversión personal recordó la necesidad de centrar la vida en Cristo y tener un mayor vigor evangelizador, y aspirar a la santidad. En cuanto a la conversión pastoral remarcó algunos elementos a mejorar, como son huir de la sospecha sobre la crítica a lo que se ha hecho o al propio término de nueva evangelización, luchar contra el inmovilismo, no caer en el funcionariado respecto a los sacramentos, no ser escépticos ni individualistas.
En la segunda conferencia abordó el tema de las actitudes de los evangelizadores. Recordó en primer lugar los elementos centrales, como son la prioridad de la Palabra de Dios, la centralidad de la Eucaristía y el papel de la oración. Seguidamente señaló varias actitudes para tener comunidades evangelizadoras: la espiritualidad de comunión, la seriedad en la pastoral, la búsqueda de la verdad, vivir la acción evangelizadora desde la alegría, crear comunidades vivas que irradien, tener capacidad de escucha e interesarse por el otro, y en definitiva tener asumido el kerigma para proponer a los demás la experiencia del amor de Dios. Después de las dos conferencias ha tenido lugar un coloquio en el que se ha remarcar la importancia de la familia, los laicos y de acompañar a los demás.
Mons. Saiz Meneses, que ha presidido la jornada, ha hecho la conclusión, subrayando la necesidad de la conversión, el camino de la santidad y la espiritualidad de la comunión.