El martes 20 de septiembre ha quedado marcado en el corazón de los peregrinos. Por la tarde han realizado la peregrinación que saliendo desde el Castillo de Sant'Angelo les ha conducido hasta la tumba de San Pedro pasando por la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro del Vaticano. El recorrido se ha hecho poco a poco, con varias paradas, acompañados por textos y cantos. La cruz que presidía la procesión ha sido llevada por un gran número de peregrinos. Ha sido una verdadera experiencia espiritual y eclesial, personal y comunitaria.
Durante la mañana han celebrado la Misa en el altar de la Cátedra de San Pedro en el Vaticano, han visitado la Basílica y los Museos Vaticanos.