Rogamos por el eterno descanso del obispo Pere Casaldàliga
El sábado 8 de agosto ha muerto a los 92 años el obispo claretiano Pedro Casaldáliga en el Hospital de la ciudad de Batatais, en el Estado de Säo Paulo (Brasil).
Nacido en Balsareny, 1928, ingresó a los nueve años en la congregación de los misioneros claretianos y recibió la ordenación sacerdotal el 31 de mayo de 1952 en el estadio de Montjuïc en el marco del XXXV Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Barcelona.
Su primer destino como sacerdote fue la comunidad de claretianos en la ciudad de Sabadell, donde trabajó durante seis años en la escuela que los PP. Claretianos regentaban en la ciudad, atendiendo los obreros y promoviendo los Cursillos de Cristiandad. En Sabadell dejó un buen recuerdo como presbítero joven, comprometido y entusiasta.
El año 1968 fundó la misión de Säo Félix do Araguaia, en Brasil, que fue creada Prelatura apostólica y en 1971 fue nombrando su primer obispo, dedicándose especialmente a la defensa y promoción de los más pobres y necesitados.
Con motivo de su muerte, los Obispos de la Tarraconense han emitido el siguiente comunicado:
Los Obispos de la Conferencia Episcopal Tarraconense sentimos la partida hacia la casa del Padre del Obispo Pedro Casaldáliga, hijo de Balsareny. Ha sido profeta y voz de los pobres de Brasil y de todo el mundo. Damos gracias a Dios por su larga vida de misionero, sacerdote y obispo encarnado al servicio de su pueblo en Sao Félix de Araguaia. Enviamos a su Diócesis, a su familia y al Instituto religioso de los Claretianos nuestras condolencias y el compromiso de nuestra oración por su descanso eterno, pidiendo a Dios que sea inspirador e intercesor de nuestro ministerio episcopal al servicio de las Diócesis con sede en Cataluña.
+ Joan-Enric Vives
Arzobispo de Urgell y
Secretario de la Conferencia Episcopal Tarraconense
Desde la diócesis de Terrassa encomendamos su descanso eterno a Aquel que la ha llamado a vivir para siempre.
Está previsto celebrar una misa por su descanso eterno el martes 8 de septiembre, festividad de la Natividad de la Madre Dios, de la que él era tanto devoto, en la iglesia del Inmaculado Corazón de María, en Sabadell, donde él ejercicio su ministerio sacerdotal mientras estuvo destinado en esta ciudad.