Mons. Saiz Meneses acaba de publicar su quinta carta pastoral, en esta ocasión dedicada a la acción caritativa y social de la Iglesia.
El Obispo de Terrassa, recuerda en la introducción del texto: "Mis cartas pastorales han intentado dar respuesta a las prioridades señaladas en la homilía de inicio de ministerio al tiempo que acompañar los momentos más relevantes de la vida diocesana y de la Iglesia universal". En este sentido, esta nueva carta pastoral reflexiona sobre la dedicación prioritaria a los más necesitados, a los pobres y a los marginados, tal y como indicó el 25 de julio de 2004 en su homilía de toma de posesión, junto con la nueva evangelización, la atención a los sacerdotes y al Seminario y finalmente los jóvenes.
La creación jurídica de Cáritas diocesana en 2012 y completar el traspaso de algunos elementos estructurales que hasta entonces dependían de Cáritas Barcelona, así como la consolidación de un trabajo diocesano que ha culminado con la bendición e inauguración de la sede definitiva de Cáritas diocesana en la ciudad de Sabadell el pasado 5 de diciembre de 2014, han sido motivos suficientes para ofrecer esta carta pastoral, en el contexto actual de crisis económica que aún perdura.
El título de la carta está inspirado en las palabras del Papa Francisco a los obispos de la Conferencia Episcopal Española en la visita ad limina apostolorum el 3 de marzo de 2014, cuando agradecía la acción de Cáritas e invitaba, citando al Papa Benedicto XVI, a manifestar aprecio y cercanía a todas las personas que colaboran en "el programa del Buen Samaritano, el programa de Jesús".
La carta toma como hilo conductor de la reflexión la parábola del Buen Samaritano, y está dividida en tres apartados. En el primero, bajo el título De Jerusalén a Jericó, el camino de la vida, analiza la situación actual de crisis y dificultades y esboza las causas y las consecuencias para acabar reflexionando sobre lo que significa hacerse prójimo. El segundo apartado, Fundamentos de nuestra acción caritativa y social, presenta la conversión personal y social como punto de partida, y profundiza en la teología de la comunión como principio fundamental y la centralidad de la persona como perspectiva pastoral. Finalmente el tercer apartado lleva por título Ve y haz tú lo mismo, y presenta la acción de la Iglesia, de cada cristiano y de toda la comunidad eclesial, a partir de las actitud y las actuaciones concretas, mostrando la Iglesia como una casa abierta, que da prioridad a los caídos al borde del camino y en actitud de salida, una Iglesia que toma la iniciativa.