Hoy celebramos la Jornada de “Germanor”, que este año tiene como lema: “La generosidad da buenos frutos”. La Jornada de “Germanor” es el único día de todo el año en que se hace una colecta en las parroquias y otros centros de culto para la Iglesia diocesana. “Germanor” significa fraternidad. Y me parece oportuno hablar, en este día, del esfuerzo que hace nuestra diócesis para vivir una hermandad afectiva y efectiva con nuestros hermanos inmigrantes. No es el único, pero es uno de los retos más importantes entre aquellos a los que la Iglesia ha de dar una respuesta, y por esto hoy pide la ayuda material de todos los diocesanos.
Acostumbrados a una casi absoluta homogeneidad social, cultural y religiosa, el fenómeno migratorio actual puede crear una especie de desconcierto o de repliegue, tanto a nivel personal como comunitario, debido sobre todo al desconocimiento del otro y de los otros. Pero el reto de la inmigración debería ser una ocasión de crecimiento. Con este espíritu y con esta esperanza tratamos de él en nuestro Plan Pastoral.
Dar una respuesta a este fenómeno supone dinamizar y revitalizar nuestras comunidades en el ejercicio de la caridad cristiana, en el diálogo, la ayuda material para unos procesos de inserción laboral y social, y el esfuerzo en orden a que sean reconocidos sus derechos… Se trata de un amplio abanico de expresiones y concreciones del amor cristiano, que se inspira en el capítulo 25 del Evangelio de san Mateo: “Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis”. Y también en el capítulo 13 de la Primera carta de san Pablo a los corintios, hablando de las características, tan realistas, del amor cristiano.
Todo esto no es sólo una lista de buenas intenciones, o una reflexión utópica. Con el conocimiento de la realidad que me dan mis contactos de estos tres primeros años de peregrinación del Pueblo de Dios que vive en nuestra diócesis de Terrassa, puedo decir –en honor de muchos cristianos y cristianas de la diócesis- que dan un gran ejemplo de fidelidad al espíritu de Cristo y del Evangelio en el trato y en la acogida de los inmigrantes, con obras de bien y con ayudas de todas clases. Lo digo en el inicio de mi carta pastoral: “En este mundo tan saturado de imágenes y de palabras, aquello que más necesitamos son los hechos coherentes con el Evangelio”.
Acabo diciendo, con toda verdad, que son muchos los hombres y las mujeres de nuestra comunidad diocesana que realizan cada día hechos coherentes con el Evangelio. Lo digo porque es verdad y para que demos gracias a Dios por ello. Y para que nos animemos todos a continuar en este camino. Por esto hemos hecho un Plan Pastoral: no para caer en ninguna autocomplacencia, pero sí para reconocer los hechos positivos de nuestra diócesis, porque todos tenemos necesidad de una adecuada autoestima, y los cristianos quizá pecamos de tener poca autoestima como comunidad de Jesucristo en el mundo de hoy.
Por esto hoy pedimos la ayuda material de los diocesanos. Entre todos, hacemos mucho con muy poco. Con un poco más, podríamos hacer mucho más.
+Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa