Remad mar adentro
300 jóvenes peregrinos (21/07/2019)
Hoy iniciamos la sexta Peregrinación Diocesana de Jóvenes, que tiene como meta Santiago de Compostela. Después de varios años, volvemos a recorrer un tramo del Camino de Santiago. Será una ocasión propicia para el encuentro con Dios, consigo mismo y con los demás. Habrá tiempo para caminar, contemplar el paisaje, conocer nuevos lugares y dialogar; no faltarán las catequesis impartidas por los mismos jóvenes, en las que se abordarán temas como la creación, el éxodo, la llamada o el testimonio; el momento central de cada día será la celebración de la Eucaristía, centro de la vida del peregrino y de la vida de la Iglesia; y también cumpliremos con el más emocionante y antiguo de los ritos jacobeos, el abrazo al Apóstol, un rito que de alguna manera ayuda sentir la cercanía física de Santiago después de los sacrificios que comporta la peregrinación.
El Camino de Santiago es un Camino de gran tradición histórica que han recorrido millones de peregrinos a lo largo de la historia y que está impregnado de un profundo sentido religioso. Se trata de una peregrinación de origen medieval cuya finalidad es visitar la tumba del apóstol Santiago el Mayor, que, según una tradición constante, actualmente se encuentra en la cripta de la catedral de Santiago de Compostela. Alrededor del año 820 se produce el hallazgo de la tumba de Santiago el Mayor por parte de un ermitaño que vivía en Solovio, en el bosque de Libredón. El obispo de la antigua diócesis de Iria Flavia, Teodomiro, visita el lugar e identifica el túmulo del Apóstol e inmediatamente se procede a la construcción de un lugar sagrado para venerar sus restos. El rey Alfonso II visitó el sepulcro y notificó el hecho a toda la cristiandad, a la vez que edificó el primer santuario que incluye la tumba del Apóstol en su cabecera. El papa León III da cuenta asimismo del descubrimiento. Los primeros peregrinos notables conocidos del siglo IX son los reyes astures Alfonso II y Alfonso III, junto con la Corte de Oviedo.
En el siglo X comienzan a llegar peregrinos procedentes de toda Europa y Santiago se consolida como centro de peregrinación universal entre los siglos XI y XIII. La peregrinación a Santiago gozará de un enorme esplendor a lo largo de toda la Edad Media. Llegaban peregrinos de Francia, Italia, centro y este de Europa, Inglaterra, Alemania, incluso de Islandia. Y, por supuesto, de toda Hispania. Los monjes de Cluny colaboraron recibiendo a los peregrinos en sus monasterios; también destacaron en la asistencia y cobijo figuras ejemplares de caridad, como santo Domingo de la Calzada y san Juan Ortega, o lugares como el santuario de la Virgen del Camino; asimismo contó con una red de hospitales fundados por reyes, nobles y burgueses de las ciudades. La historia también nos habla de la peregrinación de san Francisco de Asís a la tumba del Apóstol en 1214. Todo este fenómeno quedó plasmado en el Códice Calixtino, libro del siglo XII que describe el ambiente de la época en torno al Camino de Santiago y que viene a ser la primera guía de peregrinos.
La historia del Camino de Santiago transcurre paralela a la historia de Europa. En el siglo XVI vivirá una profunda crisis, pero será reactivado en el siglo XVII. Tendrá un nuevo repunte en las décadas finales del siglo XIX y a comienzos del siglo XX, sobre todo gracias a la acción pastoral de los arzobispos Miguel Payá y Rico y José María Martín de Herrera. La Guerra Civil Española (1936-1939) y una Europa sumida en dos Guerras Mundiales con la tensión de la posterior “guerra fría”, tuvieron efectos negativos. No obstante, a medida que avanzaba el siglo XX, la peregrinación a Compostela se fue recuperando paulatinamente, y en la actualidad cientos de miles de personas de todas las edades, procedencias y condiciones sociales peregrinan a Santiago, entre los que este año habrá trescientos peregrinos jóvenes de nuestra diócesis.
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa