5 años sembrando semillas de esperanza (18/11/18)

Escudo Episcopal de Obispo de Terrassa Hoy celebramos la II Jornada Mundial de los Pobres. La idea de esta Jornada nació el 13 de noviembre del año 2016. Ese día, en la Basílica de San Pedro, el papa Francisco celebraba el Jubileo dedicado a todas las personas marginadas. Al finalizar la homilía dijo lo siguiente: «A la luz de estas reflexiones, quisiera que hoy sea la “Jornada de los pobres”. Nos lo recuerda una antigua tradición, que se refiere al santo mártir romano Lorenzo. Él, antes de sufrir un atroz martirio por amor al Señor, distribuyó los bienes de la comunidad a los pobres, a los que consideraba como los verdaderos tesoros de la Iglesia. Que el Señor nos conceda mirar sin miedo a lo que importa, dirigir el corazón a él y a nuestros verdaderos tesoros». La celebración de esta Jornada es una ocasión especial para visibilizar la acogida, la integración y la aportación de los más pobres en la vida de las comunidades. El mensaje del Papa se inspira en el Salmo 34,7: «Este pobre gritó y el Señor lo escuchó», y su contenido se desarrolla alrededor de tres palabras: gritar, responder, liberar. Alerta el Papa de que hoy son muchos los caminos que conducen a la precariedad, y de que quienes se encuentran en ellos esperan que alguien se les acerque y les ayude a salir de ellos. Pero a menudo se escuchan voces de reproche y recomendaciones a sufrir y callar. La actitud del cristiano ha de ser bien distinta y por eso el Santo Padre nos anima a hacer un serio examen de conciencia y darnos cuenta de si realmente hemos sido capaces de escuchar a los pobres. El Señor no sólo escucha esta petición desesperada de ayuda, sino que responde curando las heridas del alma y del cuerpo, haciendo justicia y ayudando a reemprender la vida con dignidad. En consecuencia, nuestra actitud como creyentes no puede limitarse a una cierta forma de asistencia, que ciertamente es necesaria en un primer momento, pero que debe llegar a ser fraternidad que acoge al otro como persona, como hermano, como hijo de Dios, y que busca su máximo bien en todos los sentidos. La acción liberadora del Señor cambia la vida del pobre y afligido, porque la fuerza de la intervención de Dios rompe las cadenas de la pobreza y la esclavitud. El grito del pobre nos interpela cada día. Nuestra respuesta no se ha de hacer esperar. Estamos llamados a ser instrumentos de liberación y promoción de los pobres. Hemos de salir al encuentro de los pobres que se encuentran al borde de nuestro camino y gritan pidiendo solidaridad y ayuda. No podemos hacer callar las voces de los nuevos “bartimeos”, ni tampoco hacer oídos sordos a su clamor. Que su grito llegue a nuestros oídos y a nuestros corazones, y provoque una respuesta eficaz. Que la celebración de la II Jornada Mundial de los Pobres sea un momento fuerte para dirigir la mirada hacia ellos, escuchar su voz y hacerles experimentar nuestra ayuda y cercanía. En nuestra diócesis celebramos también el quinto aniversario de Cáritas Diocesana, erigida canónicamente el 19 de octubre de 2012, y completado su traspaso a pleno funcionamiento un año después. La labor que hemos desarrollado a lo largo de este tiempo para dar ayuda y calor a las personas más frágiles ha sido posible gracias al soporte, dinamismo y compromiso de las comunidades cristianas de las 121 parroquias y la colaboración de los 53 municipios. La Iglesia siempre ha estado y estará al lado de las personas más vulnerables. Estamos invitados a vivir el encuentro con los más pobres a través de la oración y la mesa compartida, y a expresarles un signo de alegría y de esperanza. Hemos querido que esta celebración reúna las personas que son atendidas, los voluntarios, los trabajadores, los responsables y consiliarios, toda la familia que hace posible Cáritas Diocesana de Terrassa. Muchas felicidades.  

+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa

+ Josep Àngel Saiz Meneses

Obispo de Terrassa