Algunos propósitos para el nuevo año

            Estamos ya en los últimos días del año 2008 y en vigilias de comenzar un nuevo año. Un género literario de estas fechas son los balances del año que termina y los propósitos para el que va a comenzar. Esto puede hacerse desde una perspectiva personal, y todos estamos llamados a hacerlo en este ámbito. . Con estas líneas, me propongo sugerir algunos propósitos de año nuevo para las comunidades cristianas y grupos cristianos de nuestra diócesis de Terrassa.

            Todos anuncian que 2009 será un año duro, con una crisis económica cuya gravedad al parecer se manifestará durante los próximos meses. Esta crisis afecta con especial virulencia a los sectores  más frágiles de la sociedad. Las mujeres solas con cargas familiares, los parados, en especial los de una edad más elevada, las familias jóvenes con hijos pequeños, a veces carentes de recursos para afrontar los gastos diarios, los inmigrantes en paro, y los ancianos y ancianas con pensiones muy bajas que no pueden cubrir las mínimas necesidades de supervivencia.

            Estas necesidades son muy reales y nuestras Cáritas –la diocesana y las parroquiales- lo constatan. A nivel general, las peticiones de ayuda que recibe Cáritas, en estos últimos meses del año que acaba, han aumentado en un 40 %. Si durante el nuevo año el aumento continúa a este ritmo –lo que es muy previsible-, Cáritas puede agotar sus recursos básicos y deberá abrir nuevas vías para disponer de más recursos. Aquí es donde deseo manifestar mi confianza en las comunidades cristianas para que hagamos todos un esfuerzo de solidaridad en esta hora.

            Un hijo ilustre de Terrassa, el padre jesuita Jacint Alegre i Pujals (1875-1930), alma de la fundación del Cottolengo de Barcelona, solía decir: “Obras, obras, y no sólo palabras”. Es éste un reto para los cristianos en esta hora. Los cristianos hemos de dar ejemplo de solidaridad y de austeridad. Este propósito no es exclusivo de nosotros, y haremos bien en pedirlo a todos, y muy especialmente a los administradores de los recursos públicos en todos los niveles. Pero nuestra petición tendrá más credibilidad si la  apoyamos con el ejemplo.

            San Pablo, del que estamos celebrando la especial conmemoración que el Papa ha propuesto a toda la Iglesia, invitaba a los cristianos de Tesalónica  estar vigilantes y a vivir sobriamente.  Y Jesús en el Evangelio invitaba a sus seguidores a leer los “signos de los tiempos”. Un signo de este tiempo es que no podemos caer en el consumismo desenfrenado que acarrea pésimas consecuencias en la vida de las personas, de los pueblos e incluso en la vida del planeta Tierra. Una “cultura del despilfarro”, en todos los órdenes, es enormemente deseducativa y anuncia peores males que los que ya  afligen.

Coincide este domingo con una fiesta cristiana fijada en el santoral cristiano para el 28 de diciembre: los Santos Inocentes. Aquellos niños sacrificados por el rey Herodes nos traen cada año a la memoria el sufrimiento de nuestro mundo más difícil de comprender: el de las víctimas inocentes de la violencia y la injusticia: los niños que mueren por falta de asistencia, los concebidos y no nacidos que son víctimas del aborto. Con la solidaridad, la austeridad y el uso racional de los recursos y del medio ambiente, creo que un muy necesario propósito para el nuevo año ha de ser la defensa de la familia y de la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

 

+  Josep Àngel Saiz Meneses

Obispo de Terrassa

+ Josep Àngel Saiz Meneses

Obispo de Terrassa