Hoy comienza en el Vaticano la asamblea ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la familia que tiene como tema central “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo”. Los trabajos se prolongarán hasta el día 25 de octubre. Se trata de un Sínodo ordinario que completará los trabajos del Sínodo extraordinario reunido el mes de octubre de 2014 y que se prevé que llegará a unas conclusiones operativas para dar respuesta, en la acción pastoral de la Iglesia, a los problemas que se plantean actualmente en el campo del matrimonio y de la familia.
Una orientación sobre este Sínodo la tenemos en el llamado Instrumentum laboris, que es el documento de trabajo de la asamblea y que fue presentado a la opinión pública en Roma el pasado 23 de junio por el Secretario del Sínodo de los obispos, el cardenal Lorenzo Baldisseri y por el Secretario especial para esta asamblea, el teólogo y arzobispo Bruno Forte. Como se recordará, tanto la asamblea sinodal del año pasado como la que hoy comienza han sido precedidas de una amplia consulta a todo el Pueblo de Dios. Esta decisión pone de relieve una voluntad de realismo y de salir al paso de los problemas concretos que viven los matrimonios y las familias.
El documento de trabajo es extenso. En sus 78 páginas, distribuidas en 11 capítulos y una oración final, queda reflejada la problemática derivada de las dos consultas que ya he mencionado. El documento tiene tres partes: “La escucha de los retos de la familia”, “El discernimiento de la vocación familiar” y “La misión de la familia hoy”; una parte para cada una de las tres semanas de diálogo, antes de poner los acuerdos sinodales en manos del Papa para que él tome las decisiones finales.
La intención del Santo Padre es abordar a fondo la situación de la familia en el momento presente y recordar su misión en el mundo de hoy. Con dos principios básicos. El primero es la misericordia, concepto en torno al cual se desarrollará el próximo Jubileo o Año Santo extraordinario, convocado por el papa Francisco y que comenzará pocas semanas después del Sínodo, el 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción. El segundo principio básico: un anuncio que dé esperanza y que no desaliente: cada familia ha de saber que la Iglesia no la abandonará nunca.
El Instrumentum laboris es un texto prudente en proponer soluciones, pero que no olvida los temas más candentes de la familia actualmente, como por ejemplo la atención y el acompañamiento de los divorciados que se han vuelto a casar civilmente, para los que se desea una mayor integración en la vida de la comunidad cristiana. Los divorciados que se han vuelto a casar no están separados o “excomulgados”, sino que siguen siendo miembros de la Iglesia. Y ésta siente la responsabilidad de cuidar pastoralmente de ellos. La Iglesia, siempre y mayormente en estos tiempos, quiere ser una madre misericordiosa, una casa abierta a todos. Así nos lo recuerda a menudo el papa Francisco.
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa