LA GRACIA DE LOS ORÍGENES

Se dice a menudo que hay una gracia de los orígenes. Yo pido esta gracia para las dos diócesis más jóvenes de Cataluña. Y la pido especialmente durante este primer curso de camino pastoral.

En el momento de recordar que "hay una gracia de los comienzos", también me invito a mí mismo e invito a todos los diocesanos a pedirla humildemente y con el corazón disponible en la oración y a hacerla presente, con la ayuda de la gracia santificante de Dios, en nuestro trabajo en estos primeros pasos.

Todo nacimiento es un gozo, pero es también un riesgo, tanto en el ámbito humano como en el ámbito eclesial. Los orígenes marcan mucho, para bien y para mal. Aunque después se pueden hacer correcciones de ruta -y tenemos que estar siempre dispuestos a hacerlas cuando el juicio y las circunstancias lo aconsejen-, mejor es que desde el principio los planteamiento sean claros, nítidos y también honestos e incluso generosos.

¿Qué puede garantizar en nuestra diócesis de Terrassa esta gracia de los orígenes? La respuesta parece clara: sobre todo la santidad de sus miembros, empezando por los que tenemos especiales responsabilidades al servicio de toda la comunidad diocesana o al servicio de las diversas comunidades parroquiales, apostólicas, de evangelización y de presencia cristiana en medio de nuestra sociedad.

En ésta mundo de hoy tan saturado de imágenes y de palabras -multiplicadas por los poderosos medios de comunicación social-, no es con muchas imágenes y palabras como podremos dar testimonio de Cristo y de su Evangelio. Aquello que más necesitamos son los hechos coherentes con el Evangelio. El tradicional realismo cristiano lo tenemos que aplicar actualmente a buscar sobre todo las obras de amor, al servicio de todos aquellos a los que podamos llegar, pero sobre todo a los más pequeños, a los más olvidados del mundo y de la sociedad.

Tenemos que analizar las cosas y tenemos que escucharnos los unos a los otros. Pero no podemos quedarnos en eso. Tenemos que pasar a la acción. Sólo podremos "partir nuevamente de Cristo" (NMI, 29), y el rostro de Cristo sólo podrá resplandecer también en nuestra sociedad secularizada, si en nuestro camino cada paso está inspirado por el principio de la fe que actúa por la caridad.

+ Josep Àngel Saiz Meneses, obispo de Terrassa

+ Josep Àngel Saiz Meneses

Obispo de Terrassa