En las reuniones de cardenales previas al cónclave que eligió al papa Francisco el año 2013 éste tuvo unas palabras rotundas, más tarde reveladas por el cardenal cubano Jaime Ortega. Se trataba de evitar una Iglesia cerrada sobre sí misma, “autorreferencial”, y la necesidad de “salir a las calles”. También presentaba el perfil del nuevo Papa con estas palabras: “Un hombre que desde la contemplación y la adoración de Jesucristo ayude a la Iglesia a salir de sí misma hacia las periferias existenciales; que ayude a que la Iglesia se convierta en una madre fecunda, viviendo la dulce y reconfortante alegría de evangelizar”.
Los primeros años de Francisco como Papa han confirmado esta visión, esta Iglesia que él sueña. Un estudioso de los gestos y las palabras de Francisco los ha resumido en estas ocho preocupaciones pastorales, que creo encontrarán eco en cuantos siguen sus enseñanzas.
-De una Iglesia autorreferencial a una Iglesia en las periferias existenciales.
-De una Iglesia aduana a una Iglesia samaritana.
-De una Iglesia de prestigio y poder a una Iglesia pobre y para los pobres.
-De una Iglesia milagrera a una Iglesia profética.
-De una Iglesia encerrada en la sacristía a una Iglesia accidentada por salir a las calles.
-De una Iglesia centralista a una Iglesia más abierta a las Iglesias locales, a la sinodalidad, a la comunión.
-De una Iglesia clericalizada a una Iglesia toda ella ministerial.
-De una Iglesia gobernada por obispos-príncipes a una Iglesia de pastores con olor de las ovejas.
Tiene el Papa un lenguaje tan expresivo en imágenes que plasma en ellas todo un trasfondo eclesial. Quizá el discurso en el que más claramente expuso su sueño sobre la Iglesia fue en el discurso a los obispos del CELAM durante su viaje a Brasil para presidir, en Rio de Janeiro, la Jornada Mundial de la Juventud el año pasado. Bastará poner dos ejemplos concretos: los consejos diocesanos y la función de la mujer en la Iglesia.
Como espacio real de ejercicio de corresponsabilidad de todos los bautizados en la Iglesia, Francisco recordó a los obispos la importancia de los organismos llamados los “consejos diocesanos”. “Estos consejos y los parroquiales de pastoral y de asuntos económicos ¿son espacios reales para la participación laical en la consulta, organización y planificación pastoral? El buen funcionamiento de los Consejos es determinante. Creo que estamos muy atrasados en eso”.
Sobre el papel de la mujer en la Iglesia, he aquí lo que dijo a los obispos del CELAM: “No reduzcamos el compromiso de las mujeres en la Iglesia, sino que promovamos su participación activa en la comunidad eclesial. Si la Iglesia pierde a las mujeres en su total y real dimensión, la Iglesia se expone a la esterilidad”. Y en la exhortación Evangelii gaudium reconoce “con gusto cómo muchas mujeres comparten responsabilidades pastorales junto con los sacerdotes, contribuyen al acompañamiento de personas, de familias o de grupos y brindan nuevos aportes a la reflexión teológica. Pero todavía es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia” (EG n.103).
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa