Mañana se celebra la fiesta del apóstol santiago el Mayor. La caída de la ciudad de Jerusalén en manos musulmanas en los años 638-640 puso en primer plano como meta de peregrinaciones Santiago de Compostela y el sepulcro del Apóstol Santiago el Mayor. También dirigió los peregrinos hacia Roma.
La sede compostelana estuvo radicada originariamente en Iría Flavia hasta el siglo IX. La tradición piadosa, con importantes datos arqueológicos a su favor, afirma su directa fundación apostólica, tras la predicación de Santiago el Mayor en el lugar de Padrón, donde además sus discípulos desembarcaron el cuerpo del Apóstol tras su martirio en Palestina. Ese lugar se convirtió en objeto de gran veneración y sigue siendo meta de numerosas peregrinaciones procedentes de Europa y de todo el mundo. Por eso el apóstol Santiago es representado con el bastón del peregrino y el pergamino del Evangelio, características del apóstol itinerante y dedicado al anuncio del Evangelio, y características de la vida cristiana, que es una peregrinación a la casa del Padre
En el siglo IX (813-818) tiene lugar el hallazgo de la tumba apostólica. El relato contiene evidentes adherencias populares, pero que implican un núcleo de venerable tradición existente. El rey Alfonso II visitó el sepulcro y notificó el hecho a toda la cristiandad, a la vez que edificó el primer santuario que incluye la tumba del Apóstol en su cabecera. El papa León III da cuenta asimismo del descubrimiento. La sede iriense se traslada entonces a Compostela como cátedra episcopal primaria, quedando la de Iría como secundaria. Alfonso III construye un nuevo templo de tres naves, que fue consagrado en el año 899. El año 997 Almanzor arrasa la ciudad y el templo. El obispo san Pedro de Mezonzo huyó con los sagrados restos y al volver inició la reconstrucción del templo. Con toda probabilidad este obispo es el autor de la reconocida oración mariana Salve Regina, convertida en una de las plegarias más divulgadas.
Lo que hizo a Santiago de Compostela famosa en todo el orbe cristiano fueron sin duda las peregrinaciones a la tumba del Apóstol. El llamado, todavía hoy, “camino de Santiago”, es una ruta de gran importancia histórico-religiosa que desde el centro de Europa conduce hasta la ciudad del Apóstol. El sepulcro de Santiago el Mayor hizo que se considerase la ciudad como una “segunda Roma”. Roma y Santiago de Compostela se convierten en los dos grandes santuarios de la cristiandad, con todas las consecuencias de todo orden –desde el económico al cultural y al religioso-, por lo que se ha dicho que “la conciencia de Europa nació en las rutas hacia el sepulcro del Apóstol”. Numerosas poblaciones nacieron a lo largo de las “rutas jacobeas” y los hospitales y albergues creados para la seguridad de los peregrinos.
En el primer viaje apostólico de san Juan Pablo II a España tuvo lugar en Santiago de Compostela un Acto Europeo. Fue el 9 de noviembre de 1982. En mi corazón de joven seminarista quedaron grabadas para siempre unas palabras cargadas de memoria y de futuro: “Desde Santiago, te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: Vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces. Revive aquellos valores auténticos que hicieron gloriosa tu historia y benéfica tu presencia en los demás continentes. Reconstruye tu unidad espiritual (…) Tú puedes ser todavía faro de civilización y estímulo de progreso para el mundo. Los demás continentes te miran y esperan también de ti la misma respuesta que Santiago dio a Cristo: «lo puedo».” Os invito a hacer nuestras estas palabras que aun hoy resuenan en nosotros.
+ Josep Àngel Saiz Meneses Obispo de Terrassa
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa