El domingo 13 de enero la Iglesia celebra este año la fiesta del Bautismo del Señor que concluye el tiempo de Navidad y que muestra aquel niño nacido en el pesebre presentándose a la sociedad como el Cordero de Dios y el Mesías esperado.
Este día se recuerda también el aniversario la celebración del Concilio de Égara, que tuvo lugar en esta fecha el año 615 en el conjunto de las iglesias de San Pedro, conocido también actualmente como la Seu d’Ègara. Sin duda aquel concilio fue un acontecimiento importante en la época visigótica. A la vez, es para nosotros un ejemplo de la importancia de aquella diócesis cuyo testimonio de fe, esperanza y caridad, con el paso de los años, nos ha llegado a través el conjunto de los tres templos de Santa María, San Miguel y San Pedro, que mantienen su vitalidad religiosa, artística y cultural.
He querido hacer memoria de este acontecimiento de nuestra historia para recordar la visita que hicimos el pasado 13 de diciembre al conjunto de la Sede de Égara con el Sr. Andrés Perelló, embajador de España en la UNESCO, y el Sr. Alfredo Vega, alcalde de Terrassa. Juntos recibimos las explicaciones sobre las actuaciones realizadas en cada uno de los templos, fijándonos especialmente en las pinturas originarias del siglo VI, que son únicas en su género. Tuve la ocasión de hablar con el Sr. Perelló y el Sr. Vega sobre la creación de la diócesis de Ègara y su historia, sobre el conjunto de estas iglesias, así como sobre la candidatura para ser declaradas, a no mucho esperar, Patrimonio de la Humanidad. En sus declaraciones, el embajador se mostró gratamente impresionado por la belleza y la relevancia de todo el conjunto y satisfecho por el trabajo realizado.
Y es que la candidatura avanza con paso firme. Últimamente ha entrado a formar parte de la lista indicativa de patrimonio mundial por el Consejo de Patrimonio Histórico y por tanto forma parte del listado de candidaturas de que dispone el Estado para ser presentadas progresivamente para ser declaradas Patrimonio de la Humanidad. Aunque queda ciertamente camino para recorrer, ahora podemos afirmar que ya está en la parrilla de salida de las candidaturas. Todo ello ha sido posible gracias al buen entendimiento institucional entre la Iglesia y la Administración local y al trabajo realizado desde la Comisión que lo lleva a término. El día de la visita del embajador quedó patente con la presencia del alcalde del municipio, diversos concejales y los servicios técnicos, así como el párroco de la parroquia y el consejo pastoral. Unos y otros trabajamos conjuntamente desde hace años para restaurar, preservar, mantener y promover este conjunto.
Es preciso que entre todos continuemos dando pasos adelante. La comunidad parroquial, heredera y continuadora de aquellos que construyeron los templos como expresión de fe y cultura, ha de mantener e incrementar su vitalidad como presencia de la Iglesia que acoge y ofrece desde la libertad y el respeto el rostro misericordioso de Dios. Los templos declarados Patrimonio de la Humanidad, pensemos por ejemplo en la catedral de Burgos, París o Pisa o en las iglesias del Valle de Bohí, continúan con su actividad y celebraciones de fe, para las cuales disponen de todo lo necesario. El Ayuntamiento, que administra los bienes públicos y vela por el mantenimiento del conjunto de estas iglesias, continúa con nuevo impulso la promoción de La Seu d’Ègara como un patrimonio que todos apreciamos y que nos implica a todos. En este sentido la proyección del videomapping ha sido un buen ejemplo de trabajo bien hecho y que ha llegado a un público más amplio.
Confío que con el buen entendimiento que siempre ha caracterizado a todos los agentes implicados, consigamos que un patrimonio religioso, artístico y cultural tan excepcional de la ciudad de Terrassa, llegue a ser patrimonio de la humanidad y sea un hito importante en la historia, de manera semejante a como lo fue en su momento del Concilio de Ègara cuyo aniversario celebramos.
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa