La Virgen que desata los nudos

ESCUDO EPISCOPAL SAIZ

Celebramos hoy la fiesta de la Sagrada Familia. En este día, dedicado a Jesús, María y José deseo recordar un hecho de la vida del Papa que manifiesta su gran devoción a las tres figuras de la Sagrada Familia, las cuales tiene en su despacho de trabajo. Me refiero a una advocación de la Virgen María que puede sorprender, pero que es muy expresiva: la de la Virgen que desata los nudos.

Después de sus años de Provincial de la Compañía de Jesús en Argentina, el padre Bergoglio marchó a Alemania para trabajar en una tesis doctoral sobre el teólogo italo-alemán Romano Guardini, con el que sentía una especial sintonía. Antes de abandonar Alemania, peregrinó a St. Peter am Perlach, en Ausburgo, a rezar ante la imagen de Nuestra Señora de Knotenlösering (la Virgen María que desata los nudos), un cuadro barroco de principios del siglo XVIII, pintado por Johann Melchior Schmidtner, advocación venerada en Alemania, Suiza y Austria, a la que los devotos confían sus enfermedades y problemas.

El origen del cuadro arranca de un hecho que tuvo lugar en Ausburgo a principios del siglo XVII, cuando un matrimonio a punto de divorciarse acudió a un sacerdote jesuita, quien solicitó la intercesión de Nuestra Señora para que pudiera resolverse la crisis. En los años siguientes el culto se extendió por la ciudad entre quienes querían “desatar los nudos que entorpecían la vida conyugal”.

En el cuadro puede verse la Virgen María rodeada de ángeles y protegida por la luz del Espíritu Santo. La Virgen, de pie, con el Niño en brazos pisa la cabeza de la serpiente. Un ángel, a su izquierda, le alcanza unas cintas anudadas y  otro ángel a su derecha las recibe desatadas. En la parte inferior del cuadro un hombre marcha por un camino oscuro, guiado por un ángel.

El padre Bergoglio se llevó varias reproducciones de aquel cuadro e imprimió centenares de estampas que empezaron a circular por Buenos Aires. Allí, el culto a esta advocación se concentró en la iglesia de San José del Talar, en el barrio llamado de Agronomía. El párroco, que era el jesuita padre Rodolfo Arroyo, envió al por entonces obispo Bergoglio una felicitación navideña y recibió como respuesta de éste una tarjeta con la imagen de la Virgen de Desatanudos, con unas líneas escritas con letra muy pequeña que decía: “El nudo que llevan todos con su desobediencia, lo desata María con su obediencia. Reza por mí”.

El 8 de diciembre de 1966, festividad de la Inmaculada Concepción, la imagen de aquella advocación mariana fue entronizada. La devoción fue creciendo exponencialmente. El año 2012, en la misma festividad, el cardenal-arzobispo Bergoglio presidió una misa en la parroquia de  San José del Talar y dijo en la homilía: “Nuestro Padre bueno, que derrocha su gracia para sus hijos, quiere que nos confiemos a Ella, que le confiemos los nudos de nuestros pecados para que Ella se los acerque a Jesús, su Hijo. Los nudos que crea el pecado original con todas sus consecuencias: en la vida personal, familiar, laboral, comunitaria; los nudos que impiden fluir libremente la gracia de Dios a través de la cinta de nuestras vidas, Ella los desata.”

Y quiso poner la imagen de la Virgen de Desatanudos en la estampa recuerdo de su ordenación como obispo auxiliar de Buenos Aires. Que la intercesión de María nos ayude a desatar los nudos de la vida conyugal y de la vida familiar.

+ Josep Àngel Saiz Meneses

Obispo de Terrassa

+ Josep Àngel Saiz Meneses

Obispo de Terrassa