Quiero aportar mi pequeño grano de arena al tratamiento y difusión de un tema gravísimo que crece vertiginosamente en nuestro país. El 5 de julio de 1985 se aprobó en España la ley del aborto. Han transcurrido 20 años y desde entonces las muertes por aborto han aumentado de manera acelerada, convirtiéndose en la actualidad en la principal causa de mortalidad.
El Instituto de Política Familiar elaboró el documento "Evolución del aborto en España: 20 años después (1985-2005)", que aborda de una manera seria y rigurosa la evolución de esta problemática, su situación actual, sus características y el trato dispensado por las distintas administraciones. Posteriormente ha ido actualizando las informaciones. A finales del año 2006, éstos son los datos más relevantes:
● En el año 2005 se superaron los 95.000 abortos, con un incremento del 11,7% con respecto a 2004.
● Se han superado el millón de abortos (1.024.000) desde que se legalizó en el año 1985.
España se ha convertido en un auténtico paraíso de los centros de abortos. ¿Cómo se ha llegado hasta aquí? Al parecer por un control insuficiente por parte de las administraciones, también por las ambigüedades de las leyes y reglamentos y, por último, por la falta de escrúpulos de estos centros que han convertido nuestro país en el lugar preferido para abortar por personas de otras procedencias. En el fondo hay un negocio importante, también a costa de las mujeres.
¿Qué decir ante estos datos? Pido a Dios que nos conceda un poco de sensatez a todos, comenzando por las administraciones, siguiendo por los planes de educación, continuando por las familias, las escuelas, la educación en el tiempo libre, etc. Hago un llamamiento en especial a la conciencia de los profesionales del mundo de la salud, que tanto bien hacen a la sociedad y que tan comprometidos están a favor de la vida. Hago un llamamiento en especial al mundo de la educación, que es tan importante de cara al futuro. En definitiva, hago un llamamiento a todos los hombres y las mujeres de buena voluntad para que evitemos la muerte de estos inocentes, los más indefensos de todos. Porque me temo que un hecho de tan extrema gravedad ha pasado muy desapercibido en los medios de comunicación si exceptuamos algunas cartas de obispos, dos documentales de televisión y algún escrito más.
Y me pregunto: ¿cómo no reaccionamos todos con más contundencia ante la muerte de tantos inocentes no natos, de más de un millón de inocentes? Desde el futuro se nos pedirán cuentas, no me cabe la menor duda.
En mis años de pastoral parroquial tuve ocasión de escuchar y acompañar a algunas mujeres que habían abortado y que arrastraban un trauma considerable y difícil de superar. Hace un tiempo, era habitual que desde aquí fueran a Londres a realizar tan execrable práctica. Me avergüenza que ahora vengan a Barcelona o a Madrid personas de diferentes lugares de Europa. Pido a Dios que no pasemos de ser un clásico paraíso turístico a un infierno para estos inocentes.
+Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa