Más sobre el Proyecto Raquel

            Quiero dedicar el escrito de esta semana al Proyecto Raquel. La finalidad de dicho Proyecto es ofrecer a las personas implicadas en un aborto provocado una atención individualizada a través de una red diocesana de sacerdotes, consejeros, psicólogos y psiquiatras. Esta atención individualizada supone acompañar a estas personas en un proceso psicológico y espiritual de curación y de reconciliación.

            El Proyecto Raquel ya está en período de implantación en cinco diócesis catalanas. Está constituido y operativo en nuestra diócesis y en la de Barcelona. Y en las diócesis de Sant Feliu de Llobregat, Solsona y Vic los obispos respectivos ya han aprobado su implantación. Para completar la formación de las personas que deseen incorporarse como consejeros al Proyecto durante los próximos meses se irán realizando unos cursos de capacitación.

            El llamado Curso de Capacitación del Proyecto Raquel tiene como objetivo “conocer y entender cuál es la herida y el dolor psicológico y espiritual” por el que pasan aquellas personas que han sufrido un aborto provocado y aprender a colaborar en su curación, cada cual desde su papel diferente y específico, acercando a la persona a la misericordia de Dios y a la reconciliación.

            Quizá el lector se pregunte por qué se ha puesto el nombre de Raquel a este proyecto de trabajo humano y pastoral. El nombre de Raquel, en la Bíblia, es el que lleva la hija de Labán y mujer de Jacob, madre de José y de Benjamín, que se creía enterrada en Belén (Mt 2,18).

            El nombre de Raquel aparece en el Evangelio de Mateo, al narrar la matanza de los inocentes: “Entonces Herodes viéndose burlado por los magos, montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo en Belén y sus alrededores, calculando la edad por lo que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: ‘Un grito se oyó en Ramá,/ llanto y lamentos grandes, es Raquel que llora por sus hijos/ y rehúsa el consuelo porque ya no existen” (Mt 2, 16-18).

            Son muchas las Raqueles que lloran por sus hijos, que ya no existen. Como obispo, me parece ejemplar que unos grupos de laicos cristianos, hombres y mujeres, se unan para ayudar a estas personas, en su mayoría mujeres. Significa que hacen realidad las primeras palabras con las que comienza uno de los documentos del Concilio Vaticano II, la constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo de hoy, y que dicen así: “La alegría y la esperanza, la tristeza y la angustia de los hombres contemporáneos, sobre todo de los pobres y de todos los que sufren, son también la alegría y la esperanza, la tristeza y la angustia de los discípulos de Cristo, y no hay nada que sea verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón” (Gaudium et Spes, 1).

            Bendigo de corazón el Proyecto Raquel porque se esfuerza en hacer realidad esta afirmación y deseo que pueda cumplir su misión no sólo en nuestra diócesis de Terrassa, sino también en muchas otras diócesis.

 

+ Josep Àngel Saiz Meneses

 

Obispo de Terrassa.    

+ Josep Àngel Saiz Meneses

Obispo de Terrassa