Remad mar adentro
Nos trataron con una humanidad poco corriente
Esta frase del libro de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 28, 2) es el lema escogido este año para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que empezó el 18 de enero y concluirá el 25 de enero, fiesta de la Conversión de san Pablo.
El texto hace referencia al cuarto viaje de san Pablo, cuando es encarcelado y enviado a Roma en barco para ser juzgado. Una fuerte tempestad está a punto de acabar con la vida de los pasajeros de la embarcación. Son momentos duros en los que se pone a prueba la valentía, el coraje y la fe de las personas. En medio de esta situación Pablo se muestra confiado en el Señor y transmite paz y serenidad. Sabe que su vida está en manos del Señor y confía en la divina providencia. Finalmente llega el naufragio, pero consiguen salvarse llegando a la isla de Malta, donde son recibidos con una gran hospitalidad por los habitantes del lugar. Es entonces cuando Pablo escribe estas palabras de agradecimiento por la ayuda recibida y el trato que tienen para con ellos, probablemente poco corriente en aquella época.
A propósito de este texto bíblico, la presente semana de oración quiere poner en relieve de un modo especial el sentido de la hospitalidad como virtud necesaria en el trabajo ecuménico. Por otra parte se nos recuerda al mismo tiempo que tenemos que ser generosos y solidarios con aquellos que pasan necesidad. Las dificultades que sufrieron quienes se encontraban en aquel barco probablemente ayudaron a sentirse más unidos para trabajar juntos en la misma dirección y poder superar de este modo aquella situación desastrosa que les llevaba a la muerte.
El personaje central en este texto es sin duda el apóstol san Pablo. Él confía siempre en la acción poderosa de Dios y sostiene en la esperanza a las demás personas. El encuentro con Cristo en el camino de Damasco cambió su vida y le dio una orientación nueva y definitiva. Su vida está marcada por la experiencia espiritual intensa y profunda que transforma de manera definitiva su existencia, dejando de ser perseguidor de la Iglesia y de la fe cristiana para llegar a ser un apóstol que proclama al Señor Jesús que él ha podido “ver” resucitado. Desde entonces su vida está marcada por esta profunda confianza en la providencia divina.
A partir de esta experiencia fontal él inicia una etapa radicalmente nueva y definitiva en la que se dedica a anunciar el Evangelio a los gentiles. Vive la verdadera comunión con los demás apóstoles y se esfuerza en el anuncio de la salvación a todos los pueblos. No le faltarán dificultades en su tarea, ni tampoco persecuciones. Fundará un gran número de comunidades a lo largo del Mediterráneo y procurará mantenerlas unidas y en comunión con el vínculo de la caridad. Su anuncio será siempre claro, firme y decidido, con verdadera parresía, es decir, con valentía audacia y libertad, con una profunda alegría que brota de la gracia de Dios que le ha liberado del pecado y le ha introducido en la vida de los hijos de Dios.
En esta Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos pido a Dios que nos conceda a todos, por intercesión de san Pablo, el don de rezar intensamente para que su voluntad se haga realidad en nosotros, nos ayude a avanzar en el diálogo ecuménico que nos lleva a la Verdad y, finalmente, nos ayude a ser verdaderamente hospitalarios, solidarios y cercanos con los más necesitados, mostrándoles una humanidad poco corriente pero que brota de la fe en el Dios único.
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa