PERE TARRÉS, UN MODELO PARA NUESTRO TIEMPO

Desde el pasado 5 de septiembre, deseaba firmemente celebrar una eucaristía de acción de gracias a Dios por la beatificación del Dr. Pere Tarrés. Un modelo de vida ciertamente actual y muy próximo a nosotros, muy de aquí. Nació en Manresa, estudió la carrera de medicina en Barcelona, fue sacerdote de la diócesis de Barcelona, que entonces también integraba el territorio de nuestro obispado, y fue un gran impulsor de la Federación de Jóvenes Cristianos de Cataluña.

Quisiera recordar también que un terrasense, el Sr. Enric Torrente, que conoció a Pere Tarrés en el Seminario y quedó impresionado por su santidad, fue uno de los principales impulsores, ahora hace unos veinte años, de su beatificación.

Uno de los testigos del proceso de beatificación explicó que, en el Congreso General de la Federación de Jóvenes Cristianos de Cataluña, en el año 1934, en el acto realizado en el teatro Olímpia, el Dr. Albert Bonet i Marrugat, fundador y consiliario de la Federación, afirmó abiertamente: "Quizás se encuentra ya en nuestras filas el joven que será un santo y lo veneraremos en los altares; será el patrón de nuestra juventud". Y el testigo que cito añadió en su declaración: "Yo y muchos pensamos en el Dr. Tarrés".

Es muy cierto. Tarrés es sobre todo el Santo de la Federación, aunque no es en absoluto el único. También lo es ya -reconocido por la Iglesia- el joven leridano Francesc Castelló, y, entre muchos otros, el joven del Masnou Joan Roig Diggle.

Como subrayaba al Papa en Loreto en la ceremonia de la beatificación: "Pere Tarrés i Claret, primero médico y después sacerdote, se dedicó al apostolado laïcal entre los jóvenes de Acción Católica de Barcelona, de los cuales posteriormente fue consiliario. En el ejercicio de la profesión médica se entregó con una especial solicitud a los enfermos más pobres, convencido de que el enfermo es símbolo del Cristo sufriente". Fue médico del cuerpo y del alma de sus enfermos. Hizo de la medicina un sacerdocio y del sacerdocio una medicina, como dijo de él su amigo y médico, el Dr. Gerard Manresa.

Actualmente, continúa siendo un referente para los médicos, porque amaba al enfermo sobre todo como persona, ayudándolo bien a curarse de la enfermedad, bien a soportar el dolor. Por otro lado, es también modelo para los sacerdotes de hoy en día, como ejemplo de corazón indiviso y por su entrega generosa al prójimo en todas y cada una de las tareas pastorales que le fueron encomendadas.

Cuando sólo tenía 45 años, aceptó la enfermedad con una fe profunda, con una paciencia que lo llevaba al auténtico gozo en el Señor. A pesar del sufrimiento repetía con frecuencia: "¡Qué bueno es el Señor conmigo! Y yo soy verdaderamente feliz". Nos recuerdan las palabras de san Pablo: "Hermanos, ahora estoy contento de sufrir por vosotros. Así continúo en mi propia carne lo que todavía falta a los sufrimientos de Cristo en bien de su cuerpo que es la Iglesia. Ahora yo soy servidor de esta Iglesia."

Que su ejemplo nos ayude a asumir con firmeza el dolor y la cruz, que tarde o temprano se hacen presientes en nuestra vida. Que su ejemplo nos mueva a un servicio generoso en favor de los más necesitados.

+ Josep Àngel Saiz Meneses, Obispo de Terrassa

+ Josep Àngel Saiz Meneses

Obispo de Terrassa