Solidaridad con nuestros misioneros (23/10/2011)

            La Iglesia celebra este domingo la Jornada Mundial de las Misiones, conocida entre nosotros como el Domund. Este año tiene por lema: “Yo también os envío”. Pienso que este lema nos resulta muy familiar en nuestra diócesis, ya que son las palabras que escogimos para encabezar el Plan Pastoral Diocesano de los últimos años: “Como el Padre me ha enviado a mí, yo también os envío a vosotros”. Son las palabras que Jesús resucitado dirige a los apóstoles y, en ellos, también a todas las generaciones de cristianos.

     El domingo del Domund nos invita a vivir la solidaridad con nuestros misioneros y misioneras. Creo que éste es un colectivo que honora a toda la Iglesia y que también honora a nuestra diócesis, por el hecho de tener numerosos misioneros y misioneras anunciando a Jesucristo y trabajando por la cultura, la promoción de las personas y el bien común de las sociedades en las que están presentes.

     Esta solidaridad estamos llamados a vivirla en la oración por ellos y por ellas. Nuestros misioneros y misioneras trabajan a menudo en ambientes muy difíciles. Y su testimonio del Evangelio y de la dignidad de cada persona humana choca a menudo con intereses creados y con estructuras de pecado. Es frecuente que los misioneros sufran persecución y a veces sean víctimas de la violencia, llegando incluso a entregar la vida por su servicio a Jesucristo y a su Evangelio. Hoy especialmente hemos de rezar por ellos y ellas, para que el Señor les proteja y les consuele en sus horas de prueba.

     Con la oración, hoy también se nos pide una ayuda material en favor de la labor de estas personas en los territorios de misión. Con ese fin se lleva hoy a cabo una colecta en todos los templos. Los llamados “territorios de misión” a menudo no disponen de recursos económicos para poder llevar a cabo su labor evangelizadora. Por medio de la colecta del Domund, la Iglesia trata de cubrir estas carencias y ayudar a los países más desfavorecidos por medio del trabajo de los misioneros y misioneras.

     El donativo que cada fiel aporta para las misiones es recogido en la dirección de las Obras Misionales Pontificias de cada país y enviado a la Congregación para la Evangelización, la cual lo distribuye según las necesidades más urgentes que le llegan del mundo entero.

     Como dice el Santo Padre, en su mensaje para la jornada de hoy, “la Jornada Mundial de las Misiones no ha de ser un momento aislado en el curso del año, sino que es una ocasión preciosa para pararse a  pensar si respondemos y como respondemos a la vocación misionera, una respuesta esencial para la vida de la Iglesia”.

     Ésta es quizás la colaboración más difícil que se nos pide con motivo del Domund: que, como dice Benedicto XVI en el mensaje antes citado, “esta jornada renueve en cada uno de nosotros el deseo y la alegría de sentirnos llamados a salir al encuentro de la humanidad, llevando a Cristo a todos”. Hoy debemos preguntarnos si, como bautizados, además de sentirnos solidarios con nuestros misioneros y misioneras, procuramos ser testigos de Jesucristo, de acuerdo con la vocación de cada cual, en los ambientes en los que nos movemos cada día. 

     + Josep Àngel Saiz Meneses

     Obispo de Terrassa

+ Josep Àngel Saiz Meneses

Obispo de Terrassa