Somos una gran familia contigo

Este domingo celebramos la Jornada de Germanor como día de la Iglesia diocesana, que quiere ayudar un año más a tomar conciencia de que todos nosotros formamos parte de la gran familia de cristianos, presente en el territorio de nuestra diócesis. Como tales somos conscientes de nuestra responsabilidad en la participación activa para hacer crecer esta familia, trabajando por la extensión del Reino de Dios según el mandato misionero de Jesús a sus discípulos. En este escrito quiero agradeceros a todos un año más el apoyo que prestáis con vuestra contribución económica al sostenimiento de nuestra Iglesia diocesana. Con la colaboración de tantas personas se está ayudando a mantener e impulsar la vida de nuestra diócesis en los diversos ámbitos, proyectos y actividades que se llevan a término.

Permitidme señalar en primer lugar la acción caritativa y social coordinada a través de Cáritas diocesana con la cual últimamente se han atendido 67.000 personas gracias a la dedicación de más de 1.500 voluntarios y de los trabajadores sociales. No se trata simplemente de distribuir de manera mecánica lotes de comida o de ropa, atendiendo las necesidades materiales; se procura también acoger a la persona concreta de manera integral y buscando su integración en la vida comunitaria. Se trata de fijarla mirada en el otro, estar atentos unos a otros. El mandamiento del amor a Dios y el prójimo nos lleva a ser conscientes de los demás. Desde una mirada de fe se nos llama a vivir en fraternidad, en familia y ello se traduce en justicia y solidaridad.

También quiero hacer mención de los 133 sacerdotes que sirven las 123 parroquias de la diócesis a través de las celebraciones, la formación y transmisión de la fe y, junto con ellos, los diáconos permanentes, los catequistas, los voluntarios, los miembros de grupos y asociaciones diversas y tantos cristianos que como nos recuerda el papa Francisco en la exhortación Evangelii gaudium, son la inmensa mayoría del Pueblo de Dios que ha crecido en la conciencia de su identidad y de la misión del laico en la Iglesia (cf. n. 102). Gracias a Dios el trabajo de las diferentes delegaciones episcopales va dando su fruto y se consolida año tras año; recordemos, por ejemplo, la peregrinación diocesana que hacemos en verano con los jóvenes, que este año ha sido al santuario de Fátima.

La formación de los futuros presbíteros en el Seminario diocesano en Valldoreix es también un elemento de vital importancia y signo de esperanza para todos nosotros. El seminario es el corazón de la diócesis; en este curso 2017-2018 han ingresado 5 nuevos seminaristas, siendo en total 23 los que se están formando para servir nuestra diócesis. El domingo 15 de octubre tuve el gozo de ordenar dos nuevos presbíteros para servir las comunidades parroquiales.

He recordado algunos elementos del conjunto de la diócesis. Podrían explicarse muchos más. La visita pastoral permite conocer muy de cerca la vida de las parroquias y de las diferentes comunidades, de tantas personas que colaboran en el trabajo pastoral, en la transmisión de la fe, en las celebraciones, en la acción caritativa y social; de tantas personas que rezan y se sacrifican, con una dedicación y amor admirables y que a buen seguro no saldrán en los medios de comunicación, pero que sin duda hacen más humana y cristiana la sociedad. Entre todos formamos una familia diocesana, una familia pobre y sencilla, una familia esperanzada. «Somos una gran familia contigo» es el lema de este año para la Jornada de Germanor. Gracias, pues, un año más por vuestra colaboración en el sostenimiento y apoyo a la vida de la Iglesia.

+ Josep Ángel Saiz Meneses Obispo de Terrassa