Un año dedicado a los religiosos y religiosas

            Terminamos hoy, con la fiesta de Jesucristo, Rey del universo, un año litúrgico. El domingo que viene comenzaremos otro con el  tiempo de Adviento, un camino de preparación espiritual para la fiesta de Navidad. Así se expresa que la vida cristiana es un camino y que todos vamos cumpliendo sus etapas.

            Pronto entraremos ya en el año de gracia de 2015. Y estas reflexiones quieren comunicar también que el próximo año será en toda la Iglesia católica, el Año de la Vida Consagrada.

            El 29 de noviembre de 2013, al finalizar un encuentro con 120 superiores generales de institutos religiosos, en un clima de franco intercambio fraternal, el Papa Francisco convocó el Año de la Vida Consagrada. Comenzará el próximo domingo, 30 de noviembre y se prolongará hasta el 2 de febrero de 2016, fiesta de la Presentación del Señor en el templo (la popular fiesta de la Candelaria), fecha en la que se celebra cada año la jornada dedicada a la vida consagrada.

            A finales del pasado mes de enero, el cardenal Joao Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, acompañado del arzobispo y religioso franciscano, José Rodríguez Carballo, secretario de este dicasterio, presentaron respectivamente los objetivos y las actividades de este año que va a comenzar.

Deseo subrayar que el arzobispo Rodríguez Carballo fue el primer nombramiento que hizo el Papa actual en la Curia romana en el mes de abril de 2013. En aquel momento este franciscano gallego presidía la Unión de Superiores Generales de las órdenes y congregaciones de toda la Iglesia, y el Papa, de este cargo, lo llevó a la secretaría de la Congregación de la Curia responsable de la atención al mundo de la vida consagrada, masculina y femenina. Los días 2 y 3 del pasado mes de mayo, este religioso estuvo en Barcelona y se reunió con los religiosos y religiosas de las diócesis catalanas, invitado por la Unió de Religiosos de Cataluña (URC). Lo que les dijo en esa circunstancia deseo que inspire clara y profundamente la celebración de este año en esta nuestra diócesis.

Los objetivos generales de este Año son tres. Primero, recordar con memoria agradecida, los 50 años de la publicación del decreto del Concilio Vaticano II Perfectae caritatis, sobre la renovación de la vida consagrada; segundo, abrazar el futuro con esperanza, sabiendo que la crisis de la sociedad y de la Iglesia afecta también a la vida consagrada a Dios y asumirla “no como el anticipo de la muerte, sino como una ocasión favorable para el crecimiento en profundidad”. Y, tercero, vivir el presente con pasión, evangelizando la vocación propia de cada orden o congregación y dando testimonio de la belleza y del servicio a la sociedad que realizan los religiosos y religiosas que están entre nosotros.

Nuestra diócesis, a través de la Delegación para la Vida Consagrada ha organizado diversos actos con los que celebrar este acontecimiento. Lo que más deseaba decirles –a ellos y a toda la diócesis- que este año es una invitación a dar gracias a Dios por el gran servicio que realizan y por todo lo que aportan –en todos los ámbitos de la acción de la Iglesia- a nuestra joven diócesis. Por ello, la celebración de este Año no es sólo algo para los religiosos y religiosas, sino que es un compromiso para toda la comunidad diocesana.

 

+ Josep Àngel Saiz Meneses

 

Obispo de Terrassa 

+ Josep Àngel Saiz Meneses

Obispo de Terrassa