La noticia ya es conocida: el sábado 8 de octubre, el cardenal Angelo Amato, en nombre del Santo Padre, presidirá en la catedral de la Seu d’Urgell la beatificación de la madre Anna Maria Janer Anglarill, fundadora del Instituto de hermanas de la Sagrada Familia d’Urgell. Este hecho tiene una significación para toda la Iglesia, pero en especial para las comunidades cristianas de Cataluña y de Andorra. Con esta beatificación la santidad se nos hace próxima, porque Anna Maria Janer fue una gran cristiana en nuestra tierra, en nuestra geografía, como constata quien repasa su biografía.
Deseo subrayar también la especial presencia de las religiosas de la madre Janer en nuestra diócesis de Terrassa. Tienen su casa general en Rubí. Dirigen un colegio en Sabadell y un hogar infantil en Matadepera. Esta beatificación, por ello, es también una celebración espiritual próxima para nuestra diócesis.
De la madre Janer puede decirse, resumiendo su vida en pocas palabras, que vivió una caridad heroica en el convulso siglo XIX. Ella tuvo que afrontar las tres guerras carlistas que marcaron aquel siglo en nuestra tierra. Desde pequeña, a causa de la llamada Guerra del Francés o de la Independencia, se familiarizó con el sufrimiento humano, al que dio la respuesta que le dictaba su corazón maternal y compasivo.
Nació el 18 de diciembre de 1800 en Cervera (La Segarra), en una familia muy cristiana. Fue la tercera de cuatro hermanos. A los 18 años entró a formar parte de la Hermandad de caridad del hospital de Castelltort de Cervera. Los miembros de aquella Hermandad cuidaban de los enfermos y los pobres del hospital y daban clases y catecismo en el Real Colegio de Educandas de la misma ciudad.
Durante la primera guerra carlista ella y sus compañeras tuvieron que abandonar el hospital de Cervera y ella marchó a Solsona para ponerse al servicio de la diócesis y le pidieron que coordinara todos los hospitales de la zona carlista, por lo que se hizo cargo de los hospitales de campaña de Solsona, Berga, la Vall d’Ora i la Boixadera. Fue reconocida por los combatientes de los dos bandos como ”la Madre”. Acabada la primera guerra carlista, ella y sus hermanas fueron hechas prisioneras y tuvieron que exiliarse al hospital de San José de La Grave, en Toulouse.
En 1844 retornó al hospital de Cervera y cinco años después pasó como directora a la Casa de Caridad o de Misericordia de la misma ciudad. Acogía a niños huérfanos, a jóvenes discapacitados y a ancianos. También se daban clases para niños y niñas externos. Ya podemos descubrir en estas actividades el que será su carisma y el de la congregación que fundará.
En 1859 aceptó la petición del obispo de Urgell, Josep Caixal Estradé y estableció una hermandad de caridad en el hospital de pobres de la Seu d’Urgell. Y allí, el 29 de junio de 1859, fundó el Instituto de Hermanas de la Sagrada Familia de Urgell, dedicado a la educación cristiana de niños y jóvenes y a la asistencia a los enfermos y a los ancianos. La Casa de Caridad de Cervera se unió al nuevo Instituto.
La madre Janer, incansanble en hacer el bien, en 1863 fundó el colegio de Cervera y el hospital de Tremp. Y más tarde, entre otros, los colegios de Oliana (1864), el asilo de Sant Andreu de Palomar (1866), los colegios de Llívia (1868) y de Les Avellanes (1872).
En el primer capítulo general de la congregación, celebrado en Talarn en 1880, fue elegida superiora general. Pasó los últimos años de vida en esta localidad del Pallars Jussà rodeada de jóvenes que se preparaban para seguir su camino. Hizo el tránsito a la vida eterna el 11 de enero de 1885. En los últimos momentos, pidió morir en el suelo, como penitente y por amor a Jesucristo que por ella y por todos murió en la cruz.
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa