Solemnidad de Jesucristo, Rey del universo - 26/11/2023 -

Solemnidad de Jesucristo, Rey del universo (26/11/23)

 

El tiempo pasa y sin apenas darnos cuenta llegamos ya a finales del año litúrgico. El próximo domingo empezaremos un nuevo año cristiano con el tiempo de Adviento, un tiempo cargado de esperanza, la esperanza firme que nos llevará a vivir de nuevo el misterio de la Encarnación en Navidad.

 

Y, antes de empezar un nuevo año, la Iglesia nos ofrece la celebración de la solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo. Pero, ¿qué puede significar esto? ¿Qué significa que le llamemos Rey del Universo? Significa que Él, que es el creador de todo, «por quienes fueron creadas todas las cosas» como decimos en el Credo, y que después de hacerse hombre y de dar la vida por nosotros, después de morir y resucitar, ha sido glorificado con su Padre para siempre en el cielo. Y, este Padre suyo, que también es el nuestro, ha querido reconducirlo todo, recapitularlo todo, toda la creación, en su Hijo Jesucristo (cf. Ef 1,10). Es decir, que todo el universo, todas las cosas, todos nosotros también, lo reconozcamos como nuestro Rey y Señor.

 

Desde niños nos hemos acostumbrado a referirnos y dirigirnos a Jesús como «Nuestro Señor», y esta fiesta de hoy debe servirnos para renovar esta expresión nuestra de adoración y de oración a Jesús. Porque su proyecto es que este Hijo de Dios, el amado del Padre, el predilecto, sea verdaderamente Señor de todo y, por tanto, Rey y Señor nuestro y que vivamos felices con Él.

 

Pero este reconocimiento debe manifestarse en nuestra vida mientras todavía estamos en este mundo, y sabemos cómo debemos hacerlo. Porque hoy escuchamos en el evangelio cómo, al final de los tiempos, este Rey separará en el juicio a los buenos de los malos, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Unos para poseer para siempre la bienaventuranza del Reino por haber hecho el bien a los más pequeños que le dirán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos comida, o sediento, y te dimos bebida? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos, o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y vinimos a verte? El Rey les responderá: Os digo con toda verdad: Todo lo que hicisteis a cada uno de estos hermanos míos, por pequeño que fuera, conmigo lo hicisteis… Luego dirá Jesús a los demás: Lejos de mí, malditos: id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Vosotros, cuando yo tenía hambre, no me disteis de comer; cuando tenía sed, no me disteis de beber; cuando era forastero, no me acogisteis; cuando estaba desnudo, no me vestisteis; cuando estaba enfermo o en la cárcel, no me visitasteis. Ellos le responderán: Señor, cuando os vimos hambriento o que pasabas sed, forastero, desnudo, enfermo o en la cárcel, ¿y no hicimos nada por ti? Él les contestará: Os digo con toda verdad: Todo aquello que dejasteis de hacer a cada uno de ellos, por pequeño que fuera, me lo negabais a mí» (cf. Mt 25,31-46).

 

Hoy, solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey de todo el mundo, se nos invita a reconocer a Jesús como nuestro Rey y Señor, mi Rey y Señor, y también a pedirle que nos deje entrar en su intimidad y, así, trabajar con Él para implantar su Reino: «Venga a nosotros tu Reino» (Mt 6, 10); Reino universal y eterno: Reino de verdad y de vida, Reino de santidad y de gracia, Reino de justicia, de amor y de paz.

 

+ Salvador Cristau i Coll

Obispo de Terrassa

Contenido relacionado

Carta Dominical (26/11/2023)