
La Compañía de Jesús celebra desde el pasado 3 de diciembre de 2005 un año jubilar que conmemora tres aniversarios referentes a san Ignacio de Loyola, san Francisco Javier y el beato Pedro Fabro, con un lema muy significativo: “Id por todo el mundo”.
Hace 500 años que nacía en el Castillo de Javier, en Navarra, el 7 de abril, un joven que con el tiempo sería llamado el patrón de la juventud y de los misioneros y misioneras. Su vida cambió después de su encuentro con Ignacio de Loyola. La contemplación del amor de Cristo que da la vida en la cruz para su salvación le provoca la pregunta de qué ha hecho él por el Señor. Comienza así un proceso que lo llevará a una entrega sin reservas en su respuesta. Su itinerario misionero va de Brasil hasta Japón, pasando por Mozambique, India e Indonesia, y muere extenuado cuando estaba a punto de entrar en China. Su espíritu apostólico y su determinación son para nosotros un ejemplo muy actual. Quiera Dios que sepamos imitar su amor a Dios y a los hermanos, su adaptación a las personas y a las situaciones y su celo pastoral incontenible.
Hace también 500 años nacía un 13 de abril el beato Pedro Fabro. En París coincide con Francisco Javier e Ignacio de Loyola y se convierte en el primer sacerdote que inicia la Compañía. Fue un gran predicador de ejercicios, y destacó también por su carácter cercano y conciliador. Participó en diversos coloquios con los reformadores y fue llamado al Concilio de Trento. De él podríamos destacar su profunda vida espiritual y su capacidad para acompañar a las personas en su itinerario de fe.
Finalmente celebramos también el 450 aniversario de la muerte de san Ignacio de Loyola, que tuvo lugar el 31 de julio de 1556 en la ciudad de Roma. Él es el fundador de la Compañía. De carácter noble, apasionado, activo y decidido. Tuvo una fuerte experiencia de fe que marcó su vida. El Monasterio de Montserrat, la cueva de Manresa y las ciudades de París y Roma son hitos importantes en su itinerario humano y espiritual. De una manera especial la ciudad de Roma y la figura del Santo Padre. En Roma, en la basílica de San Pablo Extramuros, los primeros miembros hicieron su profesión solemne el 22 de abril de 1541. Una fecha que ha pasado a ser muy significativa, ya que en ella se celebra la fiesta de Santa María, Madre de la Compañía.
San Ignacio fundamenta su vida en Jesucristo, el Señor. Conducido por Jesucristo, profundizará en la relación con el Padre y el Espíritu Santo. Desde este fundamento plantea y vive las mediaciones que el mismo Señor ha establecido: María, la Iglesia, la Eucaristía, la relación con el Papa. De su cristocentrismo brotará la contemplación de la historia humana como lugar de la revelación, de encuentro y de respuesta a Dios. Él nos enseña a vivir la contemplación desde el servicio al hermano y a vivir la acción desde la relación personal con Dios que nos llama y nos envía.
La Iglesia de Navarra, al cumplirse los 500 años del nacimiento de san Francisco Javier, ha declarado también un año jubilar desde el 3 de diciembre de 2005 hasta el 3 de diciembre de 2006. Dentro del calendario del Año Jubilar Javeriano, tendrá lugar un Encuentro Nacional de Jóvenes los días 4, 5 y 6 de agosto. Preparación, realización del encuentro y continuidad son los tres pasos de este tipo de eventos juveniles para que sean fructíferos. Compartir, renovarse, fortalecerse, hallar respuesta a los interrogantes profundos de la vida y de la vocación personal son algunos de los frutos que esperamos y deseamos en este encuentro nacional. Por mi parte, al hilo de la preparación de este encuentro, me gustaría estas semanas reflexionar sobre el mundo de los jóvenes.
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa
Hace 500 años que nacía en el Castillo de Javier, en Navarra, el 7 de abril, un joven que con el tiempo sería llamado el patrón de la juventud y de los misioneros y misioneras. Su vida cambió después de su encuentro con Ignacio de Loyola. La contemplación del amor de Cristo que da la vida en la cruz para su salvación le provoca la pregunta de qué ha hecho él por el Señor. Comienza así un proceso que lo llevará a una entrega sin reservas en su respuesta. Su itinerario misionero va de Brasil hasta Japón, pasando por Mozambique, India e Indonesia, y muere extenuado cuando estaba a punto de entrar en China. Su espíritu apostólico y su determinación son para nosotros un ejemplo muy actual. Quiera Dios que sepamos imitar su amor a Dios y a los hermanos, su adaptación a las personas y a las situaciones y su celo pastoral incontenible.
Hace también 500 años nacía un 13 de abril el beato Pedro Fabro. En París coincide con Francisco Javier e Ignacio de Loyola y se convierte en el primer sacerdote que inicia la Compañía. Fue un gran predicador de ejercicios, y destacó también por su carácter cercano y conciliador. Participó en diversos coloquios con los reformadores y fue llamado al Concilio de Trento. De él podríamos destacar su profunda vida espiritual y su capacidad para acompañar a las personas en su itinerario de fe.
Finalmente celebramos también el 450 aniversario de la muerte de san Ignacio de Loyola, que tuvo lugar el 31 de julio de 1556 en la ciudad de Roma. Él es el fundador de la Compañía. De carácter noble, apasionado, activo y decidido. Tuvo una fuerte experiencia de fe que marcó su vida. El Monasterio de Montserrat, la cueva de Manresa y las ciudades de París y Roma son hitos importantes en su itinerario humano y espiritual. De una manera especial la ciudad de Roma y la figura del Santo Padre. En Roma, en la basílica de San Pablo Extramuros, los primeros miembros hicieron su profesión solemne el 22 de abril de 1541. Una fecha que ha pasado a ser muy significativa, ya que en ella se celebra la fiesta de Santa María, Madre de la Compañía.
San Ignacio fundamenta su vida en Jesucristo, el Señor. Conducido por Jesucristo, profundizará en la relación con el Padre y el Espíritu Santo. Desde este fundamento plantea y vive las mediaciones que el mismo Señor ha establecido: María, la Iglesia, la Eucaristía, la relación con el Papa. De su cristocentrismo brotará la contemplación de la historia humana como lugar de la revelación, de encuentro y de respuesta a Dios. Él nos enseña a vivir la contemplación desde el servicio al hermano y a vivir la acción desde la relación personal con Dios que nos llama y nos envía.
La Iglesia de Navarra, al cumplirse los 500 años del nacimiento de san Francisco Javier, ha declarado también un año jubilar desde el 3 de diciembre de 2005 hasta el 3 de diciembre de 2006. Dentro del calendario del Año Jubilar Javeriano, tendrá lugar un Encuentro Nacional de Jóvenes los días 4, 5 y 6 de agosto. Preparación, realización del encuentro y continuidad son los tres pasos de este tipo de eventos juveniles para que sean fructíferos. Compartir, renovarse, fortalecerse, hallar respuesta a los interrogantes profundos de la vida y de la vocación personal son algunos de los frutos que esperamos y deseamos en este encuentro nacional. Por mi parte, al hilo de la preparación de este encuentro, me gustaría estas semanas reflexionar sobre el mundo de los jóvenes.
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa
+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa