Un nuevo curso marcado por la esperanza
Con la llegada del mes de septiembre poco a poco vamos reanudando las actividades ordinarias en la pastoral de nuestras parroquias, comunidades, movimientos y delegaciones. Se acercan días de inscripciones en la catequesis, de reuniones para establecer las programaciones y organizar los calendarios, de buscar personas para que colaboren como voluntarios en las diferentes actividades, etc. Los locales y salas parroquiales comienzan a recuperar su actividad, al mismo ritmo que en la sociedad civil también vuelven a ponerse en marcha aquellas actividades y servicios que durante el verano han quedado paradas.
En nuestro caso este nuevo curso marcado, a nivel diocesano, por tres elementos que os invito a tener presentes en vuestras programaciones.
Por un lado, la convocatoria del Jubileo, convocado para el año que viene, para celebrar el 2025 aniversario del nacimiento de Cristo, inicio de la salvación de la humanidad. Con este motivo el papa Francisco nos invita a toda la Iglesia a celebrarlo bajo el signo de la esperanza con varios signos, actos y peregrinaciones. En nuestra diócesis organizamos una peregrinación a Roma entre los días 9 y 12 de marzo del próximo año para recibir el don de la indulgencia. Varios actos nos acompañarán en este curso, sobre los que tendremos tiempo de informarnos más adelante.
El papa nos recuerda que es necesario recuperar «la alegría de vivir, porque el ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios (Cf Gn 1,26) no se puede conformar con sobrevivir o subsistir de forma mediocre, amoldándose al momento presente, con superficialidad y dejándose satisfacer únicamente por realidades materiales. Esto cierra en el individualismo y corrompe la esperanza, generando tristeza en el corazón y volviendo a las personas desagradables e intolerantes» (Bulla, 10). Por eso nos invita a recuperar el sentido de la esperanza y a vivirlo y compartirlo con los demás.
En segundo lugar, nos encontramos en el marco de la celebración del vigésimo aniversario de la creación de nuestra diócesis. El pasado 15 de junio celebramos en la Catedral el inicio de este aniversario y de los diversos actos que nos ayudarán a dar gracias a Dios por el don de nuestra diócesis. Estos actos concluirán el 15 de junio del próximo año, que será el domingo, con una celebración por la tarde en el Santuario de la Virgen de la Salud para dar gracias también a la Virgen por su acompañamiento y protección. Las Jornadas Transmet de formación y otros actos se insertarán también en el marco de este feliz cumpleaños que a todos los diocesanos nos llena de gozo y esperanza.
Finalmente, os recuerdo que propuse unas orientaciones pastorales para estos tres próximos años. Unas orientaciones que bajo el título «Caminar juntos para evangelizar en medio de nuestra sociedad» quieren ayudarnos a incidir en nuestra misión evangelizadora. Os recuerdo, entre otras cosas, la importancia de fomentar la fraternidad y el sentido de pertenencia, promover la formación bíblica y la oración en nuestras parroquias, acoger las orientaciones del Sínodo de Obispos que vayan surgiendo, crear equipos de animación evangelizadora y promover la renovación pastoral de nuestras comunidades, así como cuidar especialmente la atención a los pobres y más necesitados, y la pastoral familiar.
Os invito, pues, a iniciar este curso con las actitudes propias que Jesús pide a sus seguidores, con fe, caminando juntos, generando vínculos de fraternidad, compartiendo el gozo y la esperanza por un mundo mejor que poco a poco hay que ir haciendo realidad con la colaboración de todos.
+ Salvador Cristau i Coll
Obispo de Terrassa