Un nuevo Obispo - 06/02/2022 -

Un nuevo Obispo (06/02/22)

 

El pasado mes de junio, la diócesis de Terrassa comenzaba una nueva etapa al ser nombrado Mons. Josep Àngel Saiz Meneses como arzobispo de Sevilla, a la vez que un servidor como Administrador diocesano. Hoy me presento a todos vosotros como obispo vuestro, obispo de la diócesis de Terrassa.

 

Pienso que lo primero que debo hacer es dar gracias a Dios por la confianza que ha depositado en mí, confianza que ciertamente no merezco y que me hace sentir la responsabilidad que esto supone, y daros también gracias a vosotros, a toda la diócesis, presbíteros, diáconos, miembros de la vida consagrada, seminaristas, familias y laicos todos, por el cariño que me habéis manifestado y que me manifestáis y por vuestra oración que tantas veces durante estos meses me habéis expresado que hacéis.

 

Dicen los entendidos en el tema que la economía, las relaciones económicas, se fundamentan en la confianza. Pero no es sólo la economía, de hecho es toda la vida, la familia, la amistad, las relaciones laborales, de vecindad, toda nuestra vida la que está fundamentada en confiar los unos en los otros. Confiar en la palabra del otro, confiar en que cada uno hará lo que le corresponda para mantener el equilibrio y crecimiento de la convivencia. Necesitamos confiar los unos en los otros y lo mismo podemos decir de la vida de la Iglesia, sobre todo confiando en Dios.

 

Pero el tema de la confianza va mucho más allá, porque es Dios mismo quien, asombrosamente, confía en nosotros. Nos ha confiado y confía la vida, la creación, la naturaleza, al dejarlas en nuestras manos. Confía sus hijos a los padres humanos para que les protejan, les ayuden a crecer y a ser hijos suyos. Confía en nosotros para que llevemos a cabo la misión que nos ha encomendado, que nos  ha confiado. Y ahora me confía a mí la tarea de ser pastor de todos vosotros, sin dejar de ser lo que soy.

 

Emprendo este camino yo también con confianza. En Él, que es quien me ha llamado y me ha enviado, pero también en vosotros porque como he dicho más de una vez formamos en la Iglesia una familia en la que todos, absolutamente todos tenemos un sitio y una tarea a realizar. Cada uno en el camino y en lugar en el que el Señor nos ha colocado, porque todos nos necesitamos unos a otros. La vocación, el camino de cada uno de nosotros en la familia de la Iglesia y en el mundo es único e insustituible, y por mi parte espero, deseo y pido al Señor poder llevar a cabo la misión que me ha encomendado como pastor y que  no sólo consiste en cuidar de las ovejas y guiarlas, sino también en buscar a las perdidas.

 

Es verdad que esto produce una cierta inquietud, por eso necesito yo también confiar en Él y en todos vosotros. San Agustín lo supo explicar en uno de sus sermones: «Yo, ¿obispo vuestro? ¡Qué miedo! Pienso entonces: Tú estás con ellos, y eso me consuela. Para vosotros soy el obispo; con vosotros, soy cristiano. Obispo, nombre de la carga; cristiano, nombre de la gracia. En el obispo, el peligro; al cristiano, la salvación» (Serm 340,1).

 

¡Demos gracias a Dios por todos sus dones y por este de formar parte de su familia la Iglesia!

 

+ Salvador Cristau i Coll

Administrador Diocesano